Momento aciago de recordarte

Cada parte de tu piel era como una letra
cada rasgo de tu cara una palabra
Verte era leer una poseía infinita
donde las musas mismas sienten
celo y el deseo de ser parte.

Yo aún inconsciente
de no ser el único espectador
no cesé en mi maravilla.
Pero mi asombro tuvo que saciarse
a través del aire y del recuerdo impío
de haberte amado y ser ahora olvido.

Pido perdón por mi irreverencia
pero acaso no es una expresión de divinidad
el confesar el amor
más profundo e incontrolable
que incluso atenta contra la propia vida
por desatar la locura
y extraviar razón y corazón?

Mas será el temible tiempo
quien juzgue la insanidad al creerme enamorado
y junto a él estaba como cuervo negro
el espacio que me separa
de a quien entregué mi alma y emoción

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